El horror en los bosques de fresnos… Tren a Jasenovac (Alejandra Arévalo)✅

El horror en los bosqes de fresnos… Tren a Jasenovac (Alejandra Arévalo)✅

Alejandra Arévalo. Madrid 2024. Foto Archivo

 

Por: Edgar Javier Abreu

Jasenovac, es una palabra que en idioma croata se traduce en “lugar de los fresnos”, o “bosques de fresnos”. Su inmediata traslación nos indica que debe ser un lugar apacible, signado por la naturaleza, el paisaje de montes, y la constante aparición de árboles, y aves que se pierden de rama en rama, hacia el horizonte… Pero, ¿Es esto?, ¿Fue esto el sitio conocido como Jasenovac?, ¿En esos bosques de fresnos, qué otras cosas ocurrieron?, ¿Cuánta sangre manchó las anchas hojas de los árboles?

Campos de Jasenovac. Foto Archivo EP

Al hablar del horror durante la La Segunda Mundial, se omiten, o se omitieron, muchos lugares y acontecimientos… Una de ellos fue, Jasenovac… Por diversos motivos, y por recurrentes versiones históricas, acomodaticias, es decir, convenientes al contexto, o posible contexto. Lo que se vivió en este lugar, fue (a grandes rasgos) ocultado, maquillado, y en gran medida, negado.

Alambrado en Campo de Concentración. Foto Archivo EP

 

Auschwitz Birkenau es el Campo de Concentración que la historiografía popular ha llevado a las pantallas de cine, y ha tomado como el símbolo (con razones totalmente justificadas) de una época oscura en la historia de la humanidad. Época del conocido radicalismo Nacionalsocialista (el cual comenzó a homogeneizar hacia finales de 1920 en Alemania) ¿Pero solo fue Auschwitz Birkenau el lugar para el despliegue de la degeneración?, ¿Los mayores horrores se llevaron a cabo allí?

Prisioneros. Segunda Guerra Mundial. Foto Archivo EP

Jasenovac es una historia controvertida, y por mucho tiempo oculta en Croacia. Un agujero negro por el cual muchos no han querido pasar… Sobre todo, porque la historia de Los Balcanes es difusa, y las fuentes bibliográficas de los hechos ocurridos allí durante La Segunda Guerra Mundial, no abundan. Esto ha permitido deformaciones, ocultamientos, y olvidos. Jasenovac en ese contexto, ha sido reformulado como un mito en varias ocasiones, consiguiendo llevar la historia hasta los lugares de la leyenda, asignandole otros desarrollos a los sucesos. Algo común en Los Balcanes. Punto geográfico donde (quizás) se han llevado a cabo, la mayor cantidad de conflictos en los últimos 70 años.

Calle de Zagreb. Croacia. Foto Archivo EP

Jasenovac fue un Campo de Concentración, ubicado en Croacia. Su estructura general la componían cinco campos… en unos 240 km cuadrados a la redonda. Abierto el 1 de mayo de 1942 por las facciones nacionalsocialistas croatas, aglutinadas en un grupo terrorista de reaccionarios denominados Ustacha, “Levantamiento”. Los ustachas eran un grupo fanatizado en ideas místicas, de segregación racial y religiosa, que tomo el poder en Croacia el 10 de abril de 1941, liderados por Ante Pavelic. Unos meses después se abriría Jasenovac, con la llegada de los primeros trenes y camiones… Serbios, gitanos, políticos de distintas ideas, judíos, librepensadores, artistas, discapacitados, bosnios, liberales, entre otros grupos… Encontraron allí su final. 

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¿Pero qué hace especial a este lugar dentro de las omisiones de la historia? Jasenovac llevó los niveles de sadismo a otras esferas. Dejando los horrores de Auschwitz Birkenau, un poco eclipsados (hecho que es mucho decir) … ¿Por qué sucedió esto? En principio sucedió porque los ustachas (levantados) eran una organización de extrema violencia, y con una ciega creencia en la condición de superioridad racial. Pero su mayor desarrollo giraba en torno a la violencia ilimitada … Sus integrantes eran sádicos de una profunda construcción reaccionaria. Otros eran psicópatas y enfermos mentales, que no se limitaban al asesinato, sino a hacer un despliegue mayor de las ramificaciones de la muerte. De allí que, Jasenovac se transformó en la representación más sanguinaria del exterminio que los grupos nacionalistas radicalizados de Europa, pusieron en práctica en este periodo.

Campos de Concentración. Segunda Guerra Mundial Foto Archivo EP

Tren a Jasenovac es la primera novela de Alejandra Arévalo… Un título que ya nos indica el destino al cual arribaremos… como una transfiguración de prisioneros, o de viajeros hacia las regiones de la ignominia y el horror. 

Desde el título ya tenemos el boleto en la mano, para atravesar las fronteras de alambres de púas, de campos minados, de incendios y persecuciones, de fosas comunes gigantes al lado de los bosques, de disparos que se pierden en la nada del espacio, para luego, ver caer una pila de cuerpos en un descampado, en una armazón de tablas tiradas por caballos… en una gris pintura, entre paisajes, también grises. 

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Porque todo ello se vivió en la densidad que encierran los árboles de Jasenovac. Casi ningún prisionero pudo resistir las infrahumanas torturas, el corte sistemático de alimentación, las condiciones deplorables de la higiene… El depravado cercenamiento de extremidades, el degollamiento, la tortura con palas, sogas, herramientas de construcción… Las masivas violaciones de hombres, mujeres, niños y ancianos… El ahorcamiento con alambres, el ahogamiento con monóxido de carbono en las cargas de los camiones. La posterior implementación de la cámara de gas. La desfiguración del rostro a martillazos, y el aplastamiento de los cráneos con piedras, palos, y también martillos… 

Monumento Memorial de Jasenovac. Croacia. Foto Archivo EP 

La ejecución sumaria, y el cercenamiento de genitales, y la persecución de perros de caza por las oscuridades y los abismos de los bosques… Todas estas postales del sadismo y la crueldad humana, encontraron su sangrienta pintura en Jasenovac… Llevándolo a convertirse en la atrocidad mejor ejecutada por La Ustacha.

 

La historia inicia en Madrid. Año 2010. Ana, de pronto, tiene la posibilidad de entrevistar a una superviviente de Jasenovac ¿Pudo alguien sobrevivir a aquello? Quizás se pregunta hacia sus adentros, mientras comienza a visualizar el encuentro con Senka Nikolić… quien logró sortear la muerte… Y décadas después, tiene en sus recuerdos, pasajes crudos y de una intensa emotividad… sobre las atrocidades que vieron la luz en Jasenovac… 

Mujeres prisioneras. Segunda Guerra Mundial. Foto Archivo

¿Pero es lo único que retrata la obra? No, Tren a Jasenovac también es el escenario donde van asomando los rostros, los verdugos… Sí, los monstruos que encontraron el mayor placer, en la aplicación del mayor sufrimiento posible sobre sus víctimas. Estos monstruos, de ideas mezcladas de un misticismo religioso, con una construcción conceptual reaccionaria sobre las razas, y los orígenes y destinos de las minorías, o lo que ellos consideraron en su futilidad conceptual, inferiores, distintos, o exterminables.

Campo de Concentración. Foto Archivo EP

 

Entre la ficción (contentiva en buena parte de la obra) y la realidad… Senka (una señora con mucho que contar). Llevará, por los pasadizos del miedo, el pánico y la desesperación, a Ana… una joven periodista que no esta preparada para escuchar, lo que alguna vez vivió Senka.  Marko Sadic (Maks Luburic en la vida real. Comandante del Campo de Jasenovac desde 1941-1945). Será uno de los verdugos que encontrará su rostro desde la oscuridad de las páginas. Otra parte de los personajes (tanto víctimas, como verdugos) pertenecen a la ficción. La mayoría que van apareciendo con sus nombres reales, son los monstruos. Los psicópatas y depravados, que llevaron al límite la maldad.

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Pero lo importante serán las palabras de Senka… una excepción a la regla, una escapista de las fosas comunes y los disparos… de los alambres y las cadenas… Que vuelve con el viento de los árboles de fresnos en sus ojos… a abrir las puertas del infierno.

Campo de Concentración. Foto Archivo EP

Alejandra Arévalo

Alejandra Arévalo. Foto Archivo EP

Alejandra Arévalo nació en Madrid (España) en 1973. Es pintora, ilustradora de libros para niños, y abogada. En el área del Derecho tiene publicados dos libros fundamentales en temática jurídica. Guía práctica para la gestión del trabajador expatriado, y El régimen jurídico de los ciudadanos comunitarios en España. En literatura para niños ha publicado: Cosas de gatos, y Oliva Green y la fábrica de manzanas…  Obras en las que muestra sus capacidades en esta difícil tarea, tanto en la narración, como en la ilustración. Tren a Jasenovac es su primera novela. La cual contiene hechos históricos, desarrollados en (probablemente) el más sanguinario Campo de Exterminio de Europa, durante el nazismo en Croacia. Todo ello, unido a elementos de la ficción.

 

Es fundadora de la Editorial Traveler, de reciente creación. Grupo Editorial comprometido con la tradición de las editoriales españolas, en la difusión de obras a nivel nacional e internacional, bajo una excelente calidad de edición y promoción. Su equipo de trabajo, calificado en todas las áreas de la edición. Suma las variables de las nuevas tecnologías, para ofrecer un mejor servicio, en un mercado de mayor demanda.

Alejandra Arévalo. Foto Archivo EP

Diario el Nacional. Mayo 1945. Foto Archivo EP

Prisioneras. Segunda Guerra Mundial. Foto Archivo EP